Esa comunicación saldrá al exterior de forma natural y convertirá el trabajo comunicativo en estrategia.
A Knowmad Progress
Las empresas que acuden al bazar de la comunicación suelen hallar monótonas propuestas de webs, RRSS, clics, Adworks… Quizá, desde los puestos de antigüedades, les ofrezcan anuncios en la vetusta prensa en papel, cuñas de radio o reliquias del estilo. De lo más digital a lo más analógico, casi todas las ofertas tendrán el sesgo de lo superficial, de lo no invasivo, de lo fenomenológico. No habrá en ellas intervención profunda en el ser de las organizaciones ni transformación ni viaje. Por eso, casi siempre se moverán en lo externo, en el corto plazo, en lo insostenible. Sólo quienes rebusquen bien entre los puestos, descubrirán a quien les proponga una comunicación dirigida al ser de la organización (ontología), que trabaje hacia dentro y haga de sus miembros polos que “comuniquen” su esencia. Esa comunicación saldrá al exterior de forma natural y convertirá el trabajo comunicativo en estrategia.
La comunicación vertebrada, es capaz de evolucionar y mantenerse en el tiempo.
Por eso, mucha de la comunicación de hoy es artrópoda y su esqueleto externo la condena a un desarrollo menor. Frente a ella, la comunicación vertebrada, sustentada sobre un esqueleto interno, es capaz de evolucionar y mantenerse en el tiempo, de hacer caminar erguido y alzar la vista, de proponerse cualquier meta, por compleja que parezca.