En AKP abrazamos una verdad transformadora: el futuro no radicará en vender, sino en dar. Sólo pueden ser cicateros aquellos que carecen de talento y de inspiración. Sólo a quienes les falta un conocimiento eficaz tasan hasta la última letra minúscula de cada proyecto. Sólo quienes no piensan en grande ponen el precio antes que la idea. Cuando eres absolutamente original, no tienes ningún miedo a que te copien. Por eso, AKP puede efectivamente proponer que otra comunicación es posible.